martes, 27 de septiembre de 2011

Carta a los artistas - Juan Pablo II

En la Carta escrita por Juan Pablo II a los artistas, el Padre habla sobre el arte y su relación con la religión cristiana en tres momentos. Primero habla sobre el artista y su relación con Dios, luego habla sobre la vocación del artista , es decir, la función que cumple el arte para el individuo y la sociedad, y finalmente habla sobre la inspiración del arte -que se encuentra en la religión- y el deseo de la Iglesia por mantener una relación estrecha con los artistas. En primer lugar, se afirma que el artista es imagen de Dios creador, siendo aquel un artífice de la creación de Dios al representar la naturaleza ya existente, y a la vez compartiendo el carácter creador del mismo al poder dar sentido a la representación mencionada. En segundo lugar, la vocación del artista es, en términos generales, desarrollar el talento artístico encaminado a la belleza (verdad) y a la vez permitir no sólo expresar, a través de la representación, la realidad interior y exterior y la búsqueda de la verdad, sino también el desarrollo de la comunidad.  Finalmente, la inspiración del arte se encuentra en el Evangelio al intentar representar los misterios que en el se encuentran, permitiendo ver reflejos de éstos. Juan Pablo II da a conocer la historia de esta inspiración, a través de la edad media y más tarde con el renacimiento y el humanismo en el que se pierde interés en la religión como inspirador del arte. Así, Juan pablo II expresa que es necesaria la relación estrecha entre la Iglesia y el arte, porque la iglesia necesita transmitir la predicación evangélica a través del arte, y porque el arte requiere de una amplia inspiración que encontrará en la religión.


Relacionando este texto con la película "la Vida es Bella" en la cual Guido logra que su hijo tome las crueldades de un campo de concentración nazi como un juego, se puede afirmar que la modificación del entorno de la guerra convierte a Guido en un artista, puesto que este personaje toma la realidad y la representa en el juego que le sugiere al niño, mostrándose así artífice de la realidad, pero creador en cuanto a que le cambia el sentido a esta realidad, dándole un nuevo significado; el de un juego que debe ganarse, en vez de una cruel matanza. Basándose en el texto es también posible afirmar que el "talento artístico" de Guido, es decir, su capacidad para mantener la mentira del juego a su hijo, es un talento encaminado a una belleza falsa; a una verdad falsa, un talento que a su vez refleja la realidad interior de Guido, su fortaleza para lograr que su hijo no sufra la verdad. Se afirma también en la Carta de Juan Pablo II que el arte es la manifestación de la fe, de esta manera es posible inferir que Guido, al poder estructurar ese mundo falso que aislaba a su hijo de la realidad (su "obra de arte"), guardaba fe de poder sobrevivir, o de poder evitar el sufrimiento de su hijo. 

1 comentario:

  1. El comentario de este nivel responde a los criterios establecidos para la aprobación del nivel de desempeño esperado en lo que tiene que ver con lo temático y con lo metodológico. Es importante continuar con esta buena actitud y compromiso. L7, N3; L8, N3

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